Considero que éstos son los indicadores más básicos, que todos deberíamos tener presentes en todo momento:
- En primer lugar, la existencia de una buena coordinación entre familias, maestros y equipos médicos.
- Tener en cuenta y controlar, a la hora de situar al alumno en el aula, los estímulos distractores (y alejarle de ellos).
- Ofrecer siempre al alumno órdenes cortas, claras y secuenciadas, asegurándonos siempre de captar previamente su atención.
- Fraccionar las tareas en pequeños pasos, para que sea capaz de afrontarlas con éxito, y aumente así su motivación.
- Hacer uso de horarios y agendas con claves que ayuden al alumno a organizarse y planificar las jornadas escolares.
- A la hora de evaluar el proceso de aprendizaje, buscar alternativas a los métodos tradicionales.
- Si fuese necesario, desarrollar programas específicos con el objetivo de modificar su conducta, aumentar autoestima, controlar la impulsividad...
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